viernes, 16 de mayo de 2008



El niño juega con su aro de cristal
en una plaza llena de risas y azabache.
El niño gira su peonza de metal
en un camino de arena y sal.
El niño canta nanas tristes
en una noche de luna ensangrentada.
El niño duerme en una cuna de madera
y sueña con torrentes desbordados
que le hieren su cuerpo diminuto.
…Y la voz de su madre no le llega,
ni el llanto amargo que estalla
en la garganta de mil almas solidarias.
En una noche de oscuro terciopelo,
el niño vuela y juega con su aro de cristal..